Diversidad cultural viva: voces, lenguas y memorias

Oct 8, 2025

Diversidad cultural viva: voces, lenguas y memorias

Cuando hablamos de biodiversidad —la variedad de seres vivos, ecosistemas y relaciones ecológicas— también debemos reconocer la diversidad cultural que le da sentido. En la COP30, este especial no solo debe destacar las especies, los bosques y los humedales, sino también los pueblos, lenguas, cosmovisiones y memorias que hacen del planeta un lugar rico y pluriversal.

Pueblos, comunidades y lenguas: el tejido humano de los territorios

Colombia es un ejemplo profundo de esta interrelación entre cultura y naturaleza. En su territorio conviven más de 100 pueblos indígenas reconocidos, junto con comunidades afrodescendientes, raizales y palenqueras, cada una con su propia historia, lengua y relación con el entorno.

Muchas de esas lenguas están hoy en riesgo de desaparecer, y con ellas, conocimientos milenarios sobre plantas, animales, ciclos del agua y el tiempo. En cada idioma vive una manera distinta de entender la vida, de nombrar el bosque, de leer los ríos y de respetar la Tierra.

Las comunidades indígenas y afrodescendientes han sido custodias de los territorios naturales gracias a sus prácticas ancestrales: agricultura tradicional, sistemas agroforestales, rituales de agradecimiento y manejo sostenible de los recursos. En muchos casos, sus saberes han mantenido ecosistemas saludables durante siglos, mucho antes de que existieran políticas ambientales o mecanismos de compensación.

Durante la COP30, el diálogo entre ciencia y cultura será clave para avanzar hacia soluciones verdaderamente justas. Reconocer la voz de los pueblos originarios, sus conocimientos y sus lenguas no es un gesto simbólico, sino una condición indispensable para enfrentar la crisis climática.

El Círculo de los Pueblos: la voz ancestral en el corazón de la COP30

En esta edición de la Conferencia, uno de los espacios más significativos será el Círculo de los Pueblos, un foro dedicado a garantizar la participación directa de comunidades indígenas, afrodescendientes y tradicionales en los procesos de negociación climática.

Este espacio no solo busca incluir sus perspectivas, sino reconocer su papel histórico como guardianes del territorio. Desde el conocimiento ancestral, las ceremonias y los relatos, los pueblos originarios han sostenido los equilibrios del planeta mucho antes de que existieran las convenciones internacionales.

El Círculo de los Pueblos representa, así, una oportunidad para que las soluciones climáticas no se diseñen desde la distancia, sino desde la experiencia viva de quienes habitan y cuidan la Tierra todos los días.

Saberes vivos y justicia cultural

Las lenguas y tradiciones son también formas de conservar la naturaleza. Cada palabra indígena o afrodescendiente encierra una forma de relacionarse con el territorio y una guía sobre cómo cuidarlo. La pérdida de esas lenguas implica una pérdida directa de conocimiento ecológico y cultural.

Por eso, la diversidad cultural debe ocupar un lugar central en la agenda climática. Garantizar espacios multilingües, respetar los protocolos ancestrales de participación y reconocer la autoridad de los saberes tradicionales son pasos fundamentales hacia una verdadera justicia climática.

The Community Forests: conservar es también cuidar la cultura

En este contexto, The Community Forests se ha consolidado como un ejemplo de cómo la acción climática puede alinear la protección del bosque con la dignidad de las comunidades.

Sus proyectos REDD+ en territorios indígenas y afrodescendientes de Colombia promueven la conservación del bosque en pie, la protección de la biodiversidad y el fortalecimiento de la gobernanza local. Más allá de capturar carbono, buscan mantener vivas las tradiciones, lenguas y conocimientos que sostienen esos territorios.

Cada iniciativa liderada por The Community Forests demuestra que no hay conservación posible sin cultura, y que los pueblos guardianes del bosque son también guardianes de la vida.

Foto de: @nikolasjacob.

Share This